La crisis, segun Olé...

Durante todo este semestre la constante de Olé fue la crisis de River. El día que Bánfield empató con Argentinos 2-2, se burlaron con el título "esto le pasa a River Pipo", haciendo clara referencia a las dos copas en el año que River perdió tras ir ganando 2 a 0. Cuando Sand no sé qué hizo el otro día, pusieron "otro que River dejó ir" (ni que Sand fuera Crespo, no tendría lugar ahora tampoco en River, en Lanús es el mejor delantero porque no hay otro, en River comería banco hasta en los entrenamientos). En fin, burlas y burlas hacia River, y obviamente todos los días hablando del último puesto...

¿Cuál es la diferencia entre salir último y no ganar el torneo, si no hay peligro de descender? Si este es un semestre de transición, lo realmente doloroso no es la posición. Lo es, sí, la actitud de los jugadores. Pero nada más... La posición será una simple estadística bostera para cargarnos después. Igual que Bánfield carga a Lanús con su descenso a la C, pero todo el mundo sabe que Lanús tiene más campeonatos que Bánfield --bueno Bánfield no tiene ninguno--.

Que a los hinchas de River nos carguen con el último puesto no es molestia, sabiendo que tenemos 33 campeonatos, que somos los tres veces tricampeones o que tenemos la hinchada más gloriosa (sí, aunque nuestro querido diario bostero Olé habla siempre de la hinchada de nuestros primos, y a fin de año cuando River gana en venta de entradas lo ponen en un cuadrito chiquito a la izquierda y en algún día que nadie lee el diario, tipo 24 de diciembre).

En algún foro riverplatense pude leer una vez que "para saltar bien alto hay que agacharse mucho", y creo que el que lo dijo tiene toda la razón. El año que viene se verá, cuando River vuelva a mostrar el nivel del primer semestre, en el que lamentablemente un partido desafortunado --o una falta de sangre de los de siempre-- terminó con nuestra ilusión de meter un doblete. Pero por suerte muchos ya se habrán ido, habrá nuevos talentos, y este último puesto será eso, una simple estadística para que los demás no se sientan tan mal al ver nuestras vitrinas repletas o repasen un poco de la gloria riverplatense.